miércoles, 3 de octubre de 2007

Vos También Estabas Verde

Cada día descreo más de todo lo que se supone que somos como pueblo argento.

Si uno se traslada en el tiempo a diciembre de 2001 y no sabe que pasaría después, se sentiría orgulloso del pueblo que salió a cacerolear contra el entonces Presidente, porque metió mano en el dinero del pueblo.

Ahora que van pasando los años, ya casi 6, me pongo a analizar respecto de los acontecimiento acaecidos y sinceramente descreo de todo lo que se hizo entonces.

El pueblo salió a la calle. No me refiero al 21 de diciembre, ojo, me refiere al cacerolazo previo. Pueblo ¿Cuántos salieron a la calle? ¿36 millones? ¿O solo unos pocos miles de habitantes con ahorros en la capital y algo del rededor?

Parafraseando a un grande, Primero vinieron por los puestos de trabajos dignos, y no nos importó, porque la mayoría seguíamos con buen laburo. Después vinieron por la Universidad Pública y Gratuita, y tampoco nos importó, porque todos podíamos pagar algo. También vinieron por el 13% de los salarios de los estatales, y no sobre el bruto, sino sobre el neto a cobrar, y tampoco nos importó, porque la mayoría no éramos estatales. Después vinieron por la limitación de extracción de dinero de las cuentas corrientes y cajas de ahorro. Y recién ahí reaccionamos, pero ya era tarde.

Festejamos la caída de quien nos impidió administrar libremente nuestro dinero. Pero no reaccionamos con quien nos sustrajo nuestros ahorros. Tampoco hicimos nada cuando, por si fuera poco, nos devaluaron salvajemente sin darnos chances durante las semanas previas de comprar dólares, porque no había, porque no se permitía y principalmente porque no se podía disponer del dinero de uno.

Como siempre la reacción de los que no pueden reaccionar nunca llega. Porque en Chantilandia, los que están fuera del sistema no tienen representación para protestar. Y no me vengan con piqueteros. Estoy hablando de quienes no podían siquiera reclamar. A quienes se destruyó sistemáticamente durante años desde el Gobierno por inacción, por omisión y por negligencia.

Pero reaccionamos recién cuando nos tocaron lo más preciado. El vil metal. El dinero.
Repito, cuanta gente hubo en el cacerolazo y sólo en el cacerolazo. Comparado con la población argentina, nadie.

Igualmente, fue un disparador social que activó a todos aquellos que aprovecharon la movida para “protestar” saqueando a quienes trabajan, y algún que otro hipermercado. Pero ni siquiera por alimentos. Basta ver los archivos para darse cuenta que lo único que se llevaban eran electrodomésticos, que seguramente son muy sabrosos a la pomarola. Fue el festival “sea pirata del asfalto por un día”.

No me vengan con que el pueblo salió a la calle para reclamar lo que le corresponde.

Van pasando los años, y el saqueo al bolsillo por parte del estado sigue vigente y a diario, con sueldos que no alcanzan pero que el INDEC insiste en decir que son los más altos. Con gente que muere de hambre, pero la línea de la pobreza esta más baja que no se cuándo. Con precios que no suben, pero fin de mes que no llega nunca.

¿Y el cacerolazo donde esta? Cuando se pudo liberar para transacciones paulatinamente el corralito, fue una fiesta inmobiliaria a la que solo estaban invitados los que cacerolearon, los que tenían suficientes ahorros para comprar a 10 mil verdes lo que salía 50 mil, solo porque el que no tenía ahorros ni dinero se veía obligado a rematar su vivienda para poder subsistir. Repito, fue un boom inmobiliario, sin préstamos hipotecarios, que estaban parados.

De toda la gente que salió a reclamar que le devuelvan los ahorros, los que lograron transformarlo en propiedad inmueble, dejaron de reclamar y empezaron a vivir de rentas y de las ganancias generadas por la suba y baja del dólar.

Mientras, los que tenían poco dinero, pero suficiente como para una cirugía vital, veían como se les morían los pariente sin poder hacer nada y que la gente que antes salían con ellos a escarchar a los bancos, ahora no iban más, ya tenían nuevamente el negocio armado.

Cada día descreo más de la solidaridad que supuestamente nos caracteriza.

Había una canción, allá por los ´90, que decía “no manden ropa, no manden mas dinero, no manden nada a Sarajevo, mándenlo a Santiago del Estero”.

Y no cambió nada, hicimos colectas para Santa Fe, cuando el Estado debía resolver el problema SOLITO. Y tal vez, si deberíamos hacer una colecta mensual para el Norte entero.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Crudo relato compañero. Y tal vez, lamentablemente, seamos así. Nos veremos en el próximo cacerolazo abrazados al grito de "piquete y cacerola, la lucha es una sola"... eso ya fue, ahora por favor, correme a estos roñozos que tengo que ir a laburar.

saludos

Bugman dijo...

Nos vemos a fines del año que viene, señores. Yo voy a ser el de la cacerola con el teflón arrancado a mordiscos.

OliverX dijo...

Arriba el ánimo Bruno, somos nosotros los que debemos crear conciencia.
Siempre hay tiempo para tocar fondo y después no queda otra que pararse y mirar el horizonte.
Saludos,

PD: Como siempre, excelente análisis.

Anónimo dijo...

Si, yo pensaba lo mismo. Pero es lo que damos y recibimos. En un sistema capitalista que NADIE QUIERE CAMBIAR.Cuando vemos programas de Tv contra las minas de cobre no nos damos cuenta de que lo hacen las papeleras y viceversa. A NADIE LE IMPORTA QUE UN PIBE TERMINE EL SECUNDARIO SIN LEER EL MARTÍN FIERRO (en Cuba lo leen entero a los siete), QUE EN CUALQUIER PROVINCIA DEL INTERIOR NO SE PUEDA HACER NINGÚN EXÁMEN MÉDICO DE ORINA O DE SANGRE. COMO DECÍA ZAPPA: WE´RE IN IT FOR THE MONEY. Solo nos importa la guita. Y no nos importan que los políticos roben, SINO NO PODER ROBAR NOSOTROS.
Habla del fasooooooo

Nicolás Lucca dijo...

Pasquin, su ironía es fiel reflejo de lo que sucede.

Bugman, pongale mayonesa al teflon, que el limon todavia no aumento, no me cuente con que huevos la preparo, por favor.

OliverX, el animo y la autoestima, gracias a Dios todavia no se tributan, asi que mientras tanto la seguiré teniendo alta, aunque el INDEC diga que es más alta todavía. Gracias por la cortesía!

Habla del Fasooo: No creo que todos haríamos exactamente lo mismo, mis aspiraciones son una casa digna, un auto y criar a todos los hijos que pueda tener.
Es verdad lo del Fierro, yo no soy un veterano y sin embargo lo leí en la Primaria. Pero tiene un gran problema, Abre los Ojos.