jueves, 4 de octubre de 2007

El Cristal con que se Mira

Una vez más, mi admirado pasquín me dio el pié para elaborar el post del día de la fecha.

El mismo cito al Señor Ministro del Interior que, muy acertado, refirió que en la Argentina se puede hacer lo que no está prohibido.

Lástima el contexto en el que lo usó que hizo del principio de legalidad consagrado en nuestra Constitución Nacional pasara a ser una falta de respeto al ciudadano común.

Es verdad, puntualmente se menciona que nadie esta obligado a hacer lo que la ley no manda ni privado de realizar lo que la ley no prohibe.

En base a esto se pueden realizar un montón de conjeturas ridículas.

Lamentablemente para algunos, este principio tiene un anexo que dice que es así siempre y cuando no se contraríe lo establecido por la moral y las buenas costumbres.

Y aquí la cuestión, qué es moral y qué es buena costumbre.

Es algo tan relativo que va variando constantemente, tanto como el inevitable paso del tiempo, pero también nos sirve de paraguas para evitar algún que otro desastre.

La Constitución Nacional es la cúspide de nuestra pirámide jurídica, compartiendo el palco con los pactos internacionales que se hallen incorporados a la Ley Suprema, entre ellos el siempre mal usado Pacto de San José de Costa Rica.

En dicho pacto, el punto más recordado por la mayoría de la gente es aquel en el que se menciona que los países que adhirieran al mismo, nunca aplicarían la Pena de Muerte, y que quienes la tuvieran establecida, se comprometían a eliminarla.

Pues bien, la Argentina ha violado ese compromiso implícitamente al haber ratificado la implementación de ese pacto incorporándolo a la Carta Magna pero nunca eliminando la Pena de Muerte, porque supuestamente ya estaba establecida en la primera parte de la mentada Ley.

Pero ese artículo lo único que dice es que quedan prohibidas para siempre la pena de muerte por causa políticas. Simplemente eso.

No hubo ley que suprimiera la pena de muerte que sí existió en el Código Penal en una época.

Entonces nos encontramos con que si está permitido lo que la ley no prohibe, que alguien me diga donde está prohibida la pena de muerte.

Por suerte, hasta ahora nadie se dio cuenta de este detalle, pero si se cuidaron de que nadie les toque el culo a los traidores a la patria, que como mucho podrían llegar a tener Prisión Perpetua, siempre y cuando se les compruebe el delito de traición, que es tan difícil de probar como definir qué es moral y qué es buena costumbre.

Nadie legisló alguna vez sobre qué se podía considerar traición, que a criterio mío, podría ser malversación de fondos públicos tranquilamente.

Tampoco está prohibido está prohibido explícitamente tocarle el culo a una Señorita, siempre y cuando no le toque los genitales, aunque si lo hago iría seguramente preso por Abuso Deshonesto (como si existiera algún tipo de Abuso Honesto, ¡qué contrariedad!) pero la moral y las buenas costumbres hacen que tocarle el pie a una chica no sea abuso deshonesto, por más que yo sea un fetichista, y tocarle la cola sí lo sea.

No está prohibido pagarle a una persona para que hable bien de uno, pero si el que recibe el dinero es un periodista y yo soy un funcionario público, seguramente estoy contrariando la moral y las buenas costumbres.

No está prohibido pedir plata, pero si la pido para tomarme un tinto berreta en la esquina, estoy contrariando lo moralmente correcto.

No está prohibido decir a quien voy a votar, pero si fuera Presidente de la Nación en ejercicio de mis funciones, la ética me lo impide.

No esta prohibido usar el teléfono celular en el cine, pero si lo hago seguramente me echan a patadas los otros espectadores por su propia cuenta. ¿Y por qué? Porque estoy atentando contra la buena costumbre de ver tranquilo un espectáculo por el que otros pagaron para disfrutar del mismo.

Finalmente, no está prohibido votar a un delincuente al que no se le haya probado judicialmente sus ilícitos, pero la moral y las buenas costumbres tendrían, por una vez al menos en este país, impedírnoslo.

7 comentarios:

OliverX dijo...

Pareciera ser tan fácil hacer justicia aplicando la ley... pero dependiendo el cristal con que se mire, la justicia ya no es ciega, sino que tiene unos lentes culo de botella horribles y el más vivo cae siempre mejor parado.
Bruno, si no se me ocurren comparaciones o parábolas, ya sé a quién pedirle ayuda.. ;)

MM dijo...

Está permitido cagárseles de risa en la cara.

capitanfla dijo...

Me deja sin palabras.

La moral y las buenas costumbres, son un concepto cambiante librado a la discrecionalidad de los jueces.

También está relacionado con la tolerancia de la sociedad a correr ciertos riesgos, lo cual no aclara en nada el panorama.


Lo único que queda claro es que "hay que hacer algo".

Por lo pronto, la sugerencia de Sr. Groncho, no está nada mal.

Paula Cejas dijo...

GRacias por pasarte por mi blog!
Y gracias por el halago sobre mi forma de escribir.


Ah y gracias por el consejo de historia constitucional...

Ya publique el final asi q te espero por lo mio...

Anónimo dijo...

Burno, muy bueno. Así es como estamos. En cuanto a lo de traición a la patria, creo que no puede haber mayor traición que estafar a los que te votaron y robarte la guita del pueblo y hacer negociados... eso es altísima traición, pero bueno, estamos aquí. Por lo pronto, mientras podamos, a cagarnos de risa como sugiere el groncho, esperemos que no nos roben eso también!

muy bueno el post.

Anónimo dijo...

Aquí nunca puede haber un cambio, sin un cambio de conciencia. Porque evidentemente a nadie le importan las leyes. Solo QUE NO NOS JODAN NI NOS TOQUEN EL CULO. Que nos importen o no las leyes es discutible. PERO NO SE PUEDE HACER UN MUNDIAL PARA PUTOS, ANDAR EN BOLAS, AFANAR Y DESPUÉS POSTULARSE. UN EMPRESARIO QUE GARCÓ JUNTO A SU PADRE A TODO EL PAÍS..¡¡¡ESTÁ IMPUNE Y ES VOTADO!!!
Pero no importa, dear prudence please help me if you can.. Porque NO SABEMOS QUE RECLAMAR PORQUE TAMPOCO SABEMOS LO QUE NOS CORRESPONDE.
habla del fasoooooooooo

Nicolás Lucca dijo...

OliverX Es mas facil aplicar la ley como fue escrita que interpretarla, pero si todo fuera así, desaparecería la carrera de Abogacía, y todavía no me preparé para ello.

Groncho: Está permitido, pero yo que usted no lo intentaría. Ya ve como terminan algunos por intentar cuestionarles algo, imagínese si la va de risueño.

Fla: La Moralidad y las Buenas Costumbres son tan relativas que hay jueces que consideran que obligar a una mujer a que le practique oral, no es violación cuando la mayoría de la jurisprudencia dice que hay acceso carnal.

Pau: Gracias por las Gracias.

Pasquin: La risa no se roba, no se puede robar. Aún cuando todo esta mal y nosotros nos seguimos riendo, pareceremos locos, pero la risa seguirá siendo nuestra!!!

Habla del fasooo: Su comentario hace juego con su firma!!! Coincido en que el no saber qué se puede reclamar y qué no es uno de los más grandes problemas de estos pagos.