lunes, 9 de junio de 2008

Política de Estado

Es dable destacar que la clase media argentina promedio no da para más. Por eso desde arriba se empeñan sistemáticamente en que se transforme en algo menor. Al igual que en Brasil con su política exterior e industrial que no reconoce variables de gobernantes tirando siempre para el mismo lado, nuestro país tiene un proyecto de desaparición sistemática de la clase media desde hace tiempo, el cual obviamente no cambia con el signo político de quien esté ejerciendo el poder.

Es entendible y decanta por lógica. Si existiera una especie que no hace al funcionamiento del ecosistema, a nadie le importaría si desapreciese de la faz de la tierra. En la Argentina, el medio pelo no hace al funcionamiento del país, por eso a nadie importa si está o no.

Yo era uno de esos idiotas que pensaba que la clase media era el motor del progreso argentino. Obviamente me quedé en una época que ni siquiera viví. La pirámide de ingresos me lo ha hecho notar. No tiene sentido de ser estar en la clase media. Y más idiota fue pensar que existe una clase media en vías de extinción cuando lo que hay es un margen entre quien puede comer todos los días del mes y quien puede irse de vacaciones con un coche cero kilómetro, con casa propia y los chicos en un colegio privado. Es tan grande la brecha entre el inicio de lo que consideramos "medio" y el límite con el gran poder adquisitivo que hablar de clase media es rayano a lo ridículo.

Y es en función a esto que todo se esta transformando en la nada. A ningún gobierno le afecta el sueño pensar que hoy hay muchos nuevos pobres, pero menos que mañana. Obviamente tiene mucho que ver con la pasividad de la que ya he hablado en numerosas ocasiones. El que nació pobre, no conoce otra realidad y es entendible que no pueda ver que tendría que tener igual de oportunidades de progresar que cualquier otro por mandato constitucional. En cambio, nosotros sabemos que nacimos en determinado estrato de la sociedad y que nos estamos cayendo del último peldaño de la escalera. Porque quien está peor, lo nota. Quien sufre un cambio, lo percibe.

Increíblemente, no sirve de nada, porque no se lleva adelante ninguna acción siquiera para poner un freno.

Por si no queda claro, lo digo de un modo distinto. Nos estamos yendo del lugar en el que estábamos hace años. Y es sistemático, dentro de la política de estado que incluye la carrera de postas del afano que nosotros entendemos como sucesión presidencial. Porque siempre que hubo que arreglar las cosas, se recurrió a la clase media. Pero no para sacar el país adelante, sino más bien para evitar que se acabe la fiesta. Una fiesta a la que nunca estuvimos invitados, pero que si nos ofrecen unos canapes a cambio de limpiar la vajilla, aceptamos de puro gusto y alabamos a quien nos dio esa dádiva, sin ponernos a pensar que el que tiene la suerte de estar en el poder es nuestro empleado y no al revés.

El empleado promedio argentino no participa en la vida cívica porque no le importa. Y aunque cueste creerlo, ya tampoco participa de la vida económica del país. Quien diga lo contrario, espero que me lo pueda justificar y armar un lindo debate. Estoy dispuesto a discutir cualquier refutación fundada.

Mientras tanto, permítanme decir que nuestros impuestos a nadie le afecta. Que si mañana por decreto se confirma que la clase media ha desaparecido y no nos puedan cobrar nunca más nada, todo sigue adelante. Tendrán que cobrarle a otros que ya se enriquecieron disfrutando de los beneficios que dan los impuestos injustos, que son los que se aplican a todos los sectores sociales sin distinción, afectando mucho a quien poco tiene y nada a quien tiene bastante.

La vida seguiría para ellos. A nadie importa si estamos o no. Es feo decirlo, pero es así. Y lo podemos discutir con los informes mensuales de la AFIP, en la que consta que del grueso de los aportes al estado, la inmensa mayoría viene de parte del consumo. ¿Y quién puede consumir con los salarios por debajo de la indicie real de la inflación? El que tiene mayor poder adquisitivo.

Lo que estamos pagando ya no se mide en factores económicos. Lo que estamos pagando es un gran costo moral por no haber hecho nunca nada por defender nuestros intereses. Intereses que no deberían ser catalogados como tales, porque no se puede considerar "interés" a lo que corresponde por lógica.

La clase media es una especie en exitinción que aún no fue puesta en el listado de protegidas. Y el sujeto activo para que ello suceda, somos nosotros mismos.

De todos modos, hoy se hablará del campeonato de River y de Engrasando por un Sueño. La semana que viene, sin futbol, se verá que pasa.




Muchísimas gracias a todos aquellos amigos que hicieron del post anterior un hito en mi blog. 1200 visitas en 2 días. No me lo esperaba, porque pensé que era un post flojito. Había surgido mientras veía los carteles de la Agrupación Arturo Jauretche en mi facultad con alusiones de apoyo a la gestión Presidencial. Abajo decía Basta de Zonceras. En mis auriculares sonaba Cuando Comenzamos a Nacer. Salió solito.

10 comentarios:

Jean Paul dijo...

No sabría que decirte.
No coincido mucho, particularmente de las premisas.
Tampoco tengo ganas de pensar mucho ni de opinar de política.
Ultimamente pienso igual que vos que la gente es apática y se caga en todo. A mi me parece que cuando uno vive obsesionado con que lo echan del laburo o que va a morfar o que no puede pagar la obra social no se preocupa por la política y enciende la tele. Es como un suicidio comfortably numb, or algo así.
Me gustan mucho las conclusiones.
Especialmente eso de que hay gente que come todos los días y otra que no. No conozco otra forma de clasificar.
En realidad sí: los que se pueden ir de vacaciones, comprarse un depto, un auto o ir al cine. Esos son clase no se, pero yo no cartoneo ni me puedo comprar ropa. Eso debe ser la clase media.


Pd: Sabés mis dramas personales, pero hubo alguien que me ofreció 10000 dólares para pagarle sin interéses como si fuera mi salvación. ¡¡Necesito más de tres años de trabajo y que ni a mi ni a mi mujer nos rajen y que no haya alfonsíninflación! No, lo que se necesita es un sueldo de verdad. Nada más, a ver quien tiene uno. Que compre una piedra y la tire.

OliverX dijo...

Doloroso. La justa distribución nace de una justa Patria.

Primero tenemos que reconocernos como Nación y después luchar por un objetivo común. Después tendremos una Patria justa.

Si no empezamos, nada cambiará.

YadaYada dijo...

Hoy en día tenemos esa linda subclasificación entre clase media baja, media y media alta, que sólo sirve para enmascarar la pérdida de participación en la distribución. Se ha destruido esa construcción del imaginario colectivo en la que una persona de clase media tenía un 0 km, la casa propia y los hijos en la escuela privada. Es más, sería interesante saber cómo varió esa construcción a lo largo del tiempo, me resulta que esa es producto de la convertibilidad. Yo soy hijo de la convertibilidad, así que es la única que conozco, pero estoy seguro que el auto relativamente nuevo y casa propia son la constante.

Consumir consumimos todos, la única diferencia es que quienes estamos en los peldaños más bajos sólo consumimos. No está la posibilidad de ahorrar, ni de invertir, ni en ladrillos ni en otra cosa. Si el consumo de los sectores bajos (incluyo clase media y media baja) fuera tan irrelevante ya se hubiera adoptado una medida como la baja en el IVA para los insumos básicos, especialmente en la debacle impositiva en la que estamos. En la situación actual sería el "Quiero vale cuatro", para reforzar la mentira destribucionista.

A la clase media nunca se la va a extinguir, sólo se le devaluarán los sueños.

Stella dijo...

Creo que Jean Paul tiene razón cuando dice lo de la apatía, y las obsesiones por sobrevivir. Estás todo el dia laburando como un negro para llevarle un mendrugo a la flia, que pocas ganas te quedan para pensar en otra cosa. Solo querés llegar a tu casa, ver a tus hijos y a tu mujer y descansar un poco para volver a la jungla.
No se si es apatía, o instinto de supervivencia.

En latinoamérica entera la clase media va desapareciendo, no solo acá. Pero acá hay mucha gente todavia que puede salir a cenar, puede ir de vacaciones, puede mandar a los chicos a un colegio privado. Probablemente cada vez les cueste mas, pero aun hay.

Si este gobierno pudiera torcer el rumbo, si tuviera la lucidez de hacer las cosas bien, todo sería distinto y aun tendríamos esperanzas!

Qué bajón, loco!

Pero yo me niego a pensar que todo está perdido, Bruno! Y esa es la sensacion que tuve al terminar de leer tu post!!
Es simple, o me niego o me suicido!
Prefiero negarme!

Un besooote

Anónimo dijo...

Coincido con vos, pero además te agrego que ésta apatía no es casual... Es una apatía amasada y construída por los sucesivos gobiernos y por nosotros mismos.
Yo tengo mi casita,(que en realidad es todavía del banco, porque la sigo pagando), tengo un título universitario, tres hijos gloriosos y muchas deudas. Mi vida es laburar y laburar, a veces, hasta me doy el lujo de ver a mi marido entre una corrida y otra.
A veces me ilusiono y pienso que la gente se va a poner las pilas con exigir sus derechos, con reclamar lo que le corresponde, con pelear por un país justo para todos.
Otros días, como hoy, un niño (de mi querida escuela especial) viene y me dice si no le puedo poner un poco de mate cocido en una botellita para llevarle a los hermanitos y me avisa que va a dejar de concurrir a la escuela por unos días porque :-Voy a ver si hago unos pesos de limpia vidrios seño, porque la guita no alcanza...
No puedo seguir escribiendo, éste país es obceno... Abrazo doloroso...

Nicolás Lucca dijo...

Jean Paul: Más allá de que no coincidas con las premisas, lo importante es que también pensas que no da para más las cosas como están hoy socialmente dadas.

Oliverx: Totalmente de acuerdo. Por algo empezamos, al menos tenemos la voluntad de dar a conocer nuestros ideales, nuestros compromisos y manifestar nuestras disconformidades.

Yadayada: Después de haber visto los números de la AFIP individualizados, me di cuenta que el mayor aporte del IVA de los últimos 2 años provino de la venta de autos nuevos. No mucho porcentaje de la clase media puede comprar un auto nuevo. Igual puede ser que haya exagerado con lo de la falta de importancia de la clase media, pero es solamente mi punto de vista.

Stellita: Es que este gobierno pareciera ser que quiere latinoamericanizar el poder adquisitivo. Tuve la suerte de haber trabajado en un Juzgado Federal con competencia territorial sobre el Aeropuerto de Ezeiza, lo que hizo que me encontrara con la realidad de los otros países al ponerme a charlar con los detenidos que caían por portación de pasaporte falso. El 100% huían del hambre. Y me anoticié que el poder adquisitivo en esos países caía de manera estripitosa año a año, mientras que la clase más pudiente se hacía más y más rica. Por eso comparo y me doy cuenta que vamos por el mismo camino.

Nicolás Lucca dijo...

Seño: Increíblemente doloroso tu relato. Me encantaría que te puedas contactar conmigo por mail (lumineida@gmail.com) para poder pedirte información para armar algunos posts intensos tratando estos temas.

Bugman dijo...

Lo terrible es esa especie de resignación que se palpa en todas partes. El que está en el borde se alegra de no caer más abajo. Y se conforma. Hay tantos obstáculos para prosperar que la tentación de dejar de intentarlo es enorme. Lo digo desde el punto de vista de un pequeño empresario, que en otro entorno probablemente ya no sería tan pequeño. Cada vez es más difícil mantenerse, ya no digo crecer.

Anónimo dijo...

hombre pues aca la clase media somos lo que amortigua tanta pendejada, la masita que busca salirse de la media a través de consumo excesivo que marca la clase alta, somos una gran cantidad de gente que no solo batalla para manetenr un trabajo sino pa mantener una familia numerosa con un sueldo bajo, que se endeudan para comprar coche, que se trauman por no parecerse a las gueras...que cuando ven una muestra de los millones de pobrez que hay en este país, no se sienten tan jodidos cuando lo que en realidad tenemos joodia es la cabeza y las aspiraciones desfazadas.Argh.

Anónimo dijo...

No es fácil opinar al respecto.
Pero es cierto que la gran mayoría se "conforma" y mediante la apatía, sobreviven... sin pensar demasiado.

Tampoco les interesa participar activamente para cambiar lo que molesta y bloquea... en definitiva hay que admitir que otro factor en contra es la de ser "cómodos".
No me refiero a la comodidad del confort de las publicidades para clase alta... sino la comodidad de dejar todo como está y listo... "para que me voy a calentar, total, igual me voy a morir" (¡¡posta, eso me lo dijo un tipo el otro día!!).

Triste pero real.

Saludos!!!