viernes, 9 de mayo de 2008

Catarsis

Iba a escribir algo más pila. Pero estoy cansado. Cansado física y mentalmente por el coctail de Trabajo – Facultad. Y además estoy cansado moralmente por la triste realidad que estamos atravesando.

Este país siempre tuvo antinomias. Criollos-Españoles, Unitarios-Federales, Conservadores-UCR, UCR-PJ, Azules-Colorados, y otros tantos. Pero en estos tiempos estamos como en la peor de las situaciones.

Si pusiéramos como analogía una lucha entre un bando y otro, nos encontramos con que el enemigo no está representado por nadie. Y nuestro lado tampoco. No se sabe quien es quien. Por favor, no quiero decir que haya una lucha entre nosotros ni considero que nadie sea mi enemigo. Es solo una representación.

En tiempos de Gobiernos de Facto, el enemigo de las libertades de expresión era el mismo Estado. Hoy por hoy, no sabemos bien quien. Desde el Estado se ataca a cualquiera que piense contrario a ellos. Entre nosotros está pasando lo mismo. Gente que entra a decir burradas con el sólo fin de provocar en cualquier lugar y a toda hora. Como si se pusieran la camiseta para defender a toda costa.

Yo no defiendo a nadie a quien no conozca profundamente como persona. Puedo abogar por un conocido o por gente que no conozco pero se de la injusticia que se está cometiendo con ellos, pero no sobre las cosas que no se.

Estos energúmenos que jamás agarraron un libro de historia, que de Jauretche y Maquiavelo leen lo que les sirve, que se fanatizan ante cualquier evento o actitud dicha por quien dice representarlos, me dan bronca. No lástima, porque como soy un hombre de profundas convicciones, no me gusta sentir lástima por nadie, sino ayudarlo por ser otro ser humano.

Harto estoy de todo esto. Yo no veo futuro con gente que siente odio todo el tiempo por todo el mundo. No pido olvido por nadie a título gratuito, porque sin Justicia no hay Perdón. Pero quisiera también, aunque sea por una vez, sentir Justicia por las atrocidades que yo vivo en mi tiempo.

No entienden nada. El fanatismo es una de los peores defectos del hombre porque nubla la vista, impide ver que hay detrás. No sirve de nada que una persona tenga una actitud que ayuda a alguien si antes y después perjudicará a medio mundo. No se puede ser tan pelotudo. Una dádiva y ya están enceguecidos diciendo que es lo mejor que les pasó en la vida. Síndrome de cornudos crónicos, esos a los que la mujer les hace un mimo cada tanto y le perdonan que lo engañe hasta dejarlo con cervicalgia del peso de los cuernos. Yo no entiendo como se puede ser tan tarado, sinceramente no lo entiendo.

Pero si así y todo, les gusta, son felices así, bueno, allá ellos. Pero respeten los pensamientos de los demás. Si pensamos distintos, quiere decir que somos seres racionales y no máquinas.

Y todo esto viene para decir que, si bien siempre supuse como algo lógico y sano que no todos pensemos igual y que siempre va a haber divisiones en un pueblo por lo que cada uno cree que corresponde, lo de estos días me parece rayano a lo difuso. No hay más divisiones, porque no quedan sectores por dividir. A partir de ahora, lo único que existirá son aglutinamientos, bolsas de gatos. Estamos cada vez más lejos de ser un país civilizado, respetuoso de las instituciones, con conciencia, colectiva e individual.

Quisiera hablar de Derechos Humanos, pero su sola mención me llenaría de insultos por parte de intolerantes que creen que el único derecho humano es el del escrache (técnica de la GESTAPO, dicho sea de paso). También pensé en contar la anécdota de lo que tuve que bancarme del difusor de las causas justas Andrés Klippan cuando luego de hacerle sin fines de favores, nos nego prensa por la peor de las injusticias que es el trabajo en negro en el propio Poder Judicial. Pero bueno, ante estas circunstancias, lo dejaré para otro día.

Me encanta debatir. Es fantástico porque uno ejercita su cerebro al forzarlo a poder explicar las cosas de manera más entendible e intentar hacer valer la posición de uno.

Pero ante la violencia verbal, no hay forma de discusión. Contra la falta de criterio y sentido común, no hay remedio todavía. Lo más ridículo es ver como estas cosas se alientan desde el Estado mismo, invitando al odio, creando enemigos donde solo hay intereses contrapuestos, hablando de consignas arcaicas, desuetudas y olvidadas. Comprando voluntades a cambio de cajas chicas y obras públicas con tal de silenciar el reclamo de gente que se transforman en aduladores.

Es bueno recordar ante estas situaciones el siguiente texto, harto conocido:

Hablando in genere, puede decirse que los hombres son ingratos, volubles, disimulados, huidores de peligros y ansiosos de ganancias. Mientras les hacemos bien y necesitan de nosotros, nos ofrecen sangre, caudal, vida e hijos, pero se rebelan cuando ya no les somos útiles. El príncipe que ha confiado en ellos, se halla destituido de todos los apoyos preparatorios, y decae, pues las amistades que se adquieren, no con la nobleza y la grandeza de alma, sino con el dinero, no son de provecho alguno en los tiempos difíciles y penosos, por mucho que se las haya merecido. Los hombres se atreven más a ofender al que se hace amar, que al que se hace temer, porque el afecto no se retiene por el mero vínculo de la gratitud, que, en atención a la perversidad ingénita de nuestra condición, toda ocasión de interés personal llega a romper, al paso que el miedo a la autoridad política se mantiene siempre con el miedo al castigo inmediato, que no abandona nunca a los hombres. No obstante, el príncipe que se hace temer, sin al propio tiempo hacerse amar, debe evitar que le aborrezcan, ya que cabe inspirar un temor saludable y exento de odio, cosa que logrará con sólo abstenerse de poner mano en la hacienda de sus soldados y de sus súbditos...(1)



La pregunta del millón, en mi caso, sería qué pasará con toda esta gente cuando cambie el viento.




(1) Nicolás Maquiavelo, El Príncipe.




Ahí el índice del INDEC dijo que la inflación es del 0,8%. Y nosotros somos los que no tenemos amor por el pueblo.

12 comentarios:

Ivana Carina dijo...

Excelente el texto de Maquiavelo!
Parece que fué escrito hace un rato y no años ha....

¿Qué más agregar?

Sos un grosso y te adoro!!!!
Menos mal que estabas..."Cansado física y mentalmente por el coctail de Trabajo – Facultad.".... ji ji jii!

Besos primerizos!!!!

Anónimo dijo...

La objetividad es algo que debería ser enseñado a los niños, para que al crecer ellos pudieran conocerla y no caer en "ciertas" antinomias...
Lástima que nos falte objetividad, por eso tanto choque de ideas... ¿verdad?

Mire, no me hable de inflación que hace un rato llego del supermercado!!! grrrr!! ajajaja

Saludos!!

OliverX dijo...

El único consuelo que tengo es que cada vez encuentro más gente con la suficiente espiritualidad para enfrentar el caos y la crisis.
Esa evolución se da cuando un pueblo está inconscientemente preparado para dar ese salto cualitativo: Dejar de ser rebaño para ser Nación.

capitanfla dijo...

Tal vez ha llegado el momento de hacernos temer.

YadaYada dijo...

El problema de algunos es que crean antinomias políticamente inviables que se los terminaràn llevando puestos, lo que los califica como imbèciles hasta en tèrminos de política real. No es lo mismo crear el enemigo "M*nem" que el enemigo "campo" o el enemigo "Clarín", y mucho menos sumarlos. Porque este tipo de gobiernos crea simple oposición (personas aglutinadas sólo bajo la consigna "anti-X"), con igual irracionalidad y con la misma cantidad de ideas caidas por segundo. Basta mirar todo tipo de ámbitos para resumir las ideas en "FUSILEN A LA MONTO PUTA ATEA REVANCHISTA" (reste o sume algún adjetivo según su posición ideológica).

Igualmente creo que la profunda división social no sólo no es novedad sino que ni siquiera es producto de este gobierno. El matrimonio siempre estuvo obsesionado con sumar voluntades y, sobre todo, apoyo, algo que no se consigue con la caja. La creación de "enemigos" es un manotazo de ahogado para intentar unir a las personas detrás de una lucha, sin importar si la lucha es real o mera ficción, como en la mayoría de los casos.

Ultimamente creo que además que crear conciencia (aunque la pregunta sería ¿qué conciencia? ¿la tuya, la mía, la de él, la de Cristina?) es necesario crear o fortalecer grupos que sepan canalizar racionalmente ese malestar. Llámense partidos políticos u organizaciones de algún tipo. Porque cuando se vayan ¿qué hacemos?

Claude dijo...

¡No, no, no (echado en el piso y pataleando)! ¡Conciencia colectiva no!
Hay cuestiones que agobian, es cierto. Aunque a veces estoy políticamente aburrido y me entretengo haciéndome el propagandista, la verdad es que me joden bastante los formatos políticos que deparan un pensamiento preparado, listo, formulado para fomentar antinomias, y éstas surgen precisamente de las conciencias de grupo: nadie puede participar de una división si no está identificado con ningún grupo. Me parece que el individualismo ha sido bastante maltratado. Se lo entiende como un instinto de animadversión desde el individuo hacia todos los demás. No es eso. El individualismo es, básicamente, verse a uno mismo y ver a los demás como personas netas en sí y no como humanoides carentes de toda identidad fuera de la tribu. Por ejemplo, yo nunca digo “la Nacion”, porque en la Nación está el grupo colectivo “Pueblo”. Digo “Ciudadanía”, porque en la Ciudadanía están los sujetos individuales “ciudadanos”. O, si no, digo “el País”, en un sentido no social sino territorial, como lugar propio.

P.S.: Me encanta debatir. Es fantástico porque uno ejercita su cerebro al forzarlo a poder explicar las cosas de manera más entendible e intentar hacer valer la posición de uno. ¡Muy bueno!

El Señor F. dijo...

Churchill dijo alguna vez que los fanáticos son los que no pueden cambiar de opinión y no quieren cambiar de tema.

Y yo llegué a un punto de agotamiento total para con el Kirchnerismo. hay veces que me agarra el enano fascista que Fallaci decía que todos los argentinos teníamos, que desde un rincón del cerebelo me taladra gritando "golpe, golpe, GOLPE". Y luego me acuerdo del 2002, de ver, con 12 años, a gente desesperada, el hambre, la incertidumbre, amigos muy queridos escapándose a Miami, a España. Ojalá, por el bien del país que en el 2009 hagamos una apuesta a la democracia, que gane la oposición y les haga comer flor de juicio político a estos. Pero sé que no va a pasar.No sé que hacer, que decir, nada.

Sobre tu post anterior: Yo soy "un chico de 18 años, que empezó el secundario en el 2003 y lo terminó en diciembre del año pasado" y pienso eso, exactamente eso. Pero pienso que va a volver, y que puedo ayudar a que vuelva. Pero no se como.

Una vez traté de recopilar todos los escándalos K. No llegué ni al 2005 y me harté, eran demasiados.

pero fuerza, que estuvimos peor y estaremos mejor!

Lirium*Lilia dijo...

Admiro tu lucidez y tu capacidad para poner palabras a lo que estoy sintiendo exactamente ahora. Y te agradezco porque ponés en orden ideas, pensamientos, sentimientos que generalmente tengo desordenados. Excelente citar a Maquiavelo. Y la pregunta que yo haría es ¿cambiará el viento? Uf... soy una negativa de m... ya lo sé. Un beso.
Aviso de hurto: llevaré algunas fotos.

Susana Peiró dijo...

Vamos Bruno! descanse algo y procúrese una buena dosis de amor familiar!

El artículo lo escribió desde las vísceras, el lugar donde muchos de nosotros llevamos la actual crisis, y creo recordar algo de una úlcera en usted. Cuídese!

Recuerde que lo necesitamos en "muy buenas condiciones" para reconstruir lo que hoy se está dañando.

Mi abrazo, querido amigo!

Stella dijo...

:):)

Serena dijo...

Sin embargo, querido Bruno, no creo que sea solo una representación. O mejor dicho, tu representación es tal cual en la realidad. Somos todos contra todos. Ayer, volvía de San Vicente por la ruta que pasa por la salida de Canning. No la tengo muy clara con las rutas, pero esa es una chiquita, provincial. A la salida, justamente, humo negro, y un transito imposible. Cuando por fin nos acercamos al humo, un grupo de gente quemando llantas con carteles que pedían Justicia para Julian. Me solidaricé, y dije en voz alta: "pobre gente... mirá lo que tienen que hacer para que les den bola..."
A los diez minutos, uno de estos tipos de la protesta detectó que los autos nos estabamos desviando por un caminito de tierra lateral a la ruta, y por lo tanto, esquivando agilmente el piquete. Entonces, corrió a tirar una llanta en el medio de ese camino, y justo cuando yo pasaba, me la encendió a menos de medio metro de mi puerta. Uno de los que viajaba en el auto, dijo: "Negro de mierda... ¿cómo pueden ser tan hijos de puta?"
Y vivimos en la época de lo ambiguo. Sinceramente, a mi también me violentó la actitud. Este señor se dio perfectamente cuenta de que nos podía tocar el fuego, y la verdad es que me asusté bastante. Y por otro lado, pienso en la familia de Julián, y en la injusticia permanente.
Alguien está jugando a los dados con nuestra suerte. :(

MM dijo...

Arriba ése ánimo!

Vivimos en un Estado Policial donde lo que prima es el miedo.

Lo bueno que se está terminando.

(menos mal que escribiste a media pila...)