jueves, 31 de enero de 2008

Chau Infancia

El post de hoy no es para nada pila. Lo aviso de antemano para que no me digan nada al final.

Siempre pensé que en mi vida no tuve suerte con las mascotas. Tuve muchas y todas con finales tristísimos, dado que no existe el final feliz cuando se quiere a algo o alguien.

Mi primer perro se llamaba Benji, y existía cuando yo nací, era tan copado que según me contaron, yo me apoyaba en él cuando mis primeros pasos. Un día de lluvia se escapó y no volvió más. Yo tenía 4 años el recuerdo es fuerte.

Tan fuerte como cuando llegó Blondie, un Cocker Spaniel de pelaje roano. Aún tengo en la cabeza la noche que escuché el timbre y mi mamá, cómplice de la sorpresa, me alentó a que abriera la puerta. Mi viejo la tenía a upa y yo no entendía nada. Veía una mano con dos orejas colgando. Fue amor inmediato. Imagínense, yo soy el mayor y a la hermana que me sigue le llevo 4 años, mi compañía era mi mascota. El nombre vino porque me la pasaba cantando "La Marea Sube" de Blondie.

Cuando nació mi hermano, Blondie se transformó en un dolor de cabeza para todos, ya que rompía todo lo que fuera del bebé. Mi abuelo se ofreció a llevársela. Gracias a Dios vivían a 10 cuadras y la veía todos los días.

Al tiempo vinieron los pekineses, que antes que todos se rían, debo aclarar que vivíamos en un departamento y me parece de negro y de poco considerado con el animal tener perros grandes en un lugar cerrado. Debo reconocer que como fui a elegir al primero, me llevé el que más lástima me dio, el que nadie quería. Ese fue mi gran amigo. Mi compañero en todo. Dormía conmigo, me lo llevaba a todos lados. Tengo miles de recuerdos de él.

Un día, mi viejo llama del trabajo para hablar con mi vieja y comentarle que fue a una veterinaria por cuestiones meramente laborales y vio un pekines de casi dos meses que al dueño que lo había llevado se le había caido por la escalera "accidentalmente", quedando ciego de un ojo y con la cadera que requeriría un tratamiento de por vida. Obviamente, el muy pelotudo encima lo devolvió. Si no conseguían quien se hiciera cargo de los tratamiento deberían de sacrificarlo (muchas veces me pregunto si los veterinarios no podrían hacer juramentos hipocráticos también) Al pasar una semana, el dueño no apareció. A la noche estaba en casa. Para quitarle drama al asunto, lo bautizamos Magoo.

En 1998, a Blondie, la Coker Spaniel, el veterinario le detecta un falso embarazo y la sometieron a una operación. La llevamos a casa, a nuestra casa. Murió a la medianoche, tenía 13 años. Pareciera como que hubiera elegido irse en el lugar donde creció.

Ese mismo año al primero de los pekineses, a MI perro, me lo robaron, se lo llevaron, desapareció. Varios vecinos vieron a una vieja llevarselo. Pero lo vieron desde sus departamentos y no dieron los tiempo a avisarnos. Debo aclarar que no eramos dejados con los animales. Teníamos un parque enorme y cerrado. Caminé cientas de cuadras a la redonda, no dormí buscándolo, publiqué en la revista del barrio. Nos dividíamos las zonas con los vecinos y mis viejos. No hubo caso. A los tres días tuve que partir a misionar a Jujuy. Fue un golpe bajo. Con él se me iba el mayor lazo que tenía con la infancia.

Magoo sintió la ausencia de quien fuera durante 5 años su compañero. A pesar de estar vacunado enfermó de moquillo. Noches en vela, viajes eternos a la veterinaria, aprendimos a dar inyecciones. Se salvó. Pero como si fuera un ser humano, estaba deprimido y al tiempo contrajo Parvovirus, una enfermedad mortal, fulminante para un perro, más de ese tamaño. Estuve desde las 8 de la mañana hasta las 21 horas en la veterinaria, sentado al lado de él, viendo como bajaban las bolsas de suero y como se seguía desangrando. Fueron 3 días así. Se salvó nuevamente.

Con el tiempo empezaron a agravarse aún más los problemas de su cadera, los cuales presionaban su médula espinal generándole convulsiones. No podía vivir ya sin medicaciones.

Pero él era feliz. Nos hacía fiesta a su ritmo. Disfrutaba de viajar, disfrutaba de dormir en la cama donde dormía su otrora compañero.

Hace dos días empezó con las convulsiones nuevamente y en una de ellas, se le salió la cadera de lugar. No hubo vuelta atrás y fue desesperante. En el día de ayer tuvimos que sacrificarlo.

Estoy triste.

Todo aquel que haya tenido perros de mascota sabe que son el refugio de todo, son quienes te esperan siempre, son los que nunca te van a abandonar, son los que se ponen felices al verte. Son los que te defienden aunque el cuerpo no les de. A ellos no les importa si la sociedad dice que sos lindo, feo, alto, bajo, gordo, flaco, ni nada por el estilo. Solo les importas vos.

Nunca pude concebir la idea del derecho de considerarlas cosas y por lo tanto el maltrato a ellas no son lesiones, sino daño. Matar un perro no es un perricidio, es un daño, si tiene dueño. La ley Sarmiento se la pasan por el orto desde arriba hasta abajo. El nombre la maldice.

Estoy muy triste.

Con él se fue el único lazo que me quedaba con una infancia feliz y una familia unida. Con el se terminó de ir mi niñez.


Miren las cosas que se bancaba!

24 comentarios:

Stella dijo...

Bruno, agachate un poquito que te doy un abrazote!!!

Besitoo

Natu dijo...

Bruno me hiciste emocionar cheee...es un integrante más de la flia la mascota así que me imagino como debes estar.Los buenos recuerdos y momentos felices siempre van a quedar!
que estés bien!
Besos

La Dueña dijo...

Esta de más decirte que te entiendo desde el fondo de mi alma. Y ose lo que es sufrir por la enfermedad de un compañero (porque eso es mi perro) y también de la muerte.
Yo lo tuve al Sultan un Sr. Perro ovejero alemán. Llore a mares, y cada vez que abrí la ventana de mi pieza esperaba verlo en el jardín tomando sol. Y el no estaba. Se me hacía un nudo en la garganta.
Los sepultamos con mi hermano y un amigo. Lo llevamos cerca del río donde le ir con mi padre, abajo de un algarrobo mirando hacia el sol. Mi hermano cuando hace enduro suele pasar por ahí.

Ah!! Bruno que dolor...un beso y un abrazo de la Dueña de un cocker inglés

Little Butterfly dijo...

Hay Brunito...

Se que quienes luegon lean esto van a pensar que somos todas mujeres sensibles y carentes de actividades las que venimos a darte apoyo.. pero no es así.

Cdo TG te lea, se que se va a poner mal. El adora a los bichos, como el Capitán adora a su Fernandez y como OliverX lucha para que la sociedad los defienda..

Te entiendo perfectamente, y me conmovió leer el lazo afectivo que no sólo vos tenías con tus perritos, sino tu familia entera.

Lamento de corazón la situación.. yo tambien te voy a abrazar desde acá, entre un montón de apuntes de Metodología..

(a lo mejor es hora que empieces una nueva historia y le regales a Brunito Jr cuando está mas crecidito, su primer mejor amigo, que decis?)

Ánimos.. se lo quiere mucho =).

Claude dijo...

Yo tengo 3 perros, 2 son de la calle. Los re quiero un montón. Con las anteriores mascotas la pasé muy mal cuando murieron. Tengo un cementerio de animales en el patio. Para colmo yo los crío de una manera especial, callejeros, vivaces, buenos con todo el mundo, traviesos, ocurrentes, y se les notan mucho más las cualidades más "humanas", por así decirlo.

Una Pepina dijo...

Bruno, mas te leo, mas me doy cuenta que sos mas bueno que el Quaker.

Las Pepis te dan un beso muy grande!

Anónimo dijo...

Ánimo Bruno, no pierdas lazos con tu infancia. ¿Sabes? el único perro que he tenido un cocker que vivió 15 años fué el primero que me dió una muy buena lección...de cachorro jugaba con él y con un dientillo me hizo una herida arriba del labio, donde va el bigote pues, por miedo a que mis padres le hicieran algo fui a un rosal y corte una espina, me rasgué un poco más la piel con la espina para manchada enseñarla a mis padres como prueba de que había sido el rosal y no ringo (en honor a ringo star) quien lo había hecho. Ahora lo pienso y me da risa que desde pequeña era re complicada. Y la lección fué que un día le estaba dando huesos y malamente para molestarlo le quité un hueso del plato pfff!!!! error! gruñendo me cogió con el hocico todo el cachete!!!! como diciendo épale morra no te pases de huevos...claro buena lección antes que nada hay que respetarlos...y gracias a los remedios homeopáticos de mi padre no dejo cicatriz. Bueno, largo eh? la cosa es que ánimo brunette.

Tiphareth dijo...

Tuve una gata, Flora se llamaba la gata, mírela usté. Un día desapareció y me dijeron que se había escapado, pero años después (muuuchos años después) me confesaron que se había muerto ahogada en la pileta. La noticia me impacto y me puso un poquito mal a pesar de los 7 años que habían pasado.
Tuve otro gatito, le pusimos Tiny. Se llamaba así porque tenía problemas de crecimiento y a los 4 meses tenía el mismo tamaño que uno de 1 mes. Parecía un Bonsai Kitten y a mí me encantaba darle leche con esas jeringas especiales. Un día yo estaba en el colegio y cuando volví mi mamá me contó que había estado convulsionando y que murió en la veterinaria..
En fin, para resumirlo te comprendo. Gatos, pecesitos y pajaros (que no eran mios, sino pichones que caian y yo me encargaba de cuidar) pasaron por mis manos.. algunos murieron, otros se escaparon.. Duele mucho cuando se van~
Justo mientras entraba a tu blog estaba pensando en la perrita de Alejandro, el chico del que estoy enamorada, que se escapó ayer. Me siento mal por eso, así que comparto tu tristeza canina...

Besos, Bruno. Y hágale caso a Little Butterfly!

Anónimo dijo...

Y bueno, qué, tengo ganas de abrazarlo. Después de todo, si estuviera en su lugar estaría enjugando mocos e inconsolable.
Hoy estaba enojada con el Moro atorrante vigilantón ovejero que tengo por perro, después de leerlo se me pasó la bronca.
Últimamente lo vengo abrazando seguido a usted, no se acostumbre mal.
Un beso, grandote.

Little Butterfly dijo...

gracias por el apoyo Tiphareth!

Marcos dijo...

La muerte de un perro, lo hayas querido o no en vida, siempre es fuerte.

Acá tuve montones de perros (vivo en un pueblo del interior y tengo un patio de 60mtsx40mts), y también todos terminaron mal.
hubo una saga de "Marianitas", eran perras comunachas que por lo parecidas que fueron les pusimos siempre el mismo nombre, no recordamos cuantas fueron (sabemos que más de 5) pero a todas als quise mucho. La que no la pisó un vecino que arregla autos (re gagá desde antes que yo naciera está) desapareció.
También tuvimos uno que respondía a infinidad de nombres que lo envenenaron.
Ahora tenemos desde hace cuatro años un pastor alemán (Aarón) que cumple con todos los requicitos de cachorro, pero midiendo un metro de alto!

MM dijo...

Excelente relato.

Soy un poco esquemático, pero separo a la gente entre los que aman y tienen mascotas y los que no.

Los que no, que se jodan por boludos. Se la pierden.

Saludos!

OliverX dijo...

Bruno!
Desde Diciembre que no entraba y llego con esta noticia... Lamento muchísimo lo de tu amigo. Es tan doloroso la pérdida de seres queridos que te entiendo y te apoyo desde lo más profundo de mi corazón. Recordá todos los momentos de felicidad que te dió y quedate con todo lo bueno. Ese es mi consejo.
Mañana vuelvo y traigo noticias tristes y felices a la vez que tienen que ver con un maldito circo con animales que todavía sigue esclavizando y torturando decenas de animales que sufren para diversión de la gente ignorante que no puede verlos como animales con derecho... solamente meras cosas atractivas para sus ojos idiotas.
Vuelvo a darte un abrazo enorme y espero que pases el mal momento recordándolo por lo que fue: Tu amigo del alma.

Anónimo dijo...

LA CANDOROSA dice:

Ante la partida de un ser vivo, del cual se recibió tanto amor, queda el recuerdo.
Los años compartidos con su mascota, serán únicos. Sepa que muchas más vendrán luego, dejando nuevos recuerdos en su vida.
Las personas somos un cúmulo de recuerdos ambulantes, por ello, le mando un abrazo grandote, para que se reconforte y siga adelante.

Saludos.

PD: una de las razones por las que ya no tengo mascotas, es por no saber verlas partir... me fallan las fuerzas.

CML dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
The Shadow dijo...

Yo tuve muchos pajaritos (sí, que esperaban de un gorrión). Un jilguero, que fue devorado por el perverso gato de mi vecino; un canario, que se me escapó una vez cuando le abrí torpemente la jaula, y un "cabecita negra" (sin ánimo de ofender a ningún peronista, por favor) al que asesiné vilmente. Bueno, era muy chico, pero pensé que con un par de gotitas para los ojos, iba a poder ver mejor (pues el muy tonto tenía la costumbre de morfarse la pared (juro que le daba de comer, pero era un pájaro muy loco) y se quedó cuasi ciego del polvillo que levantaba con su negro pico. Un día le puse dos gotitas y el pobre bicho pasó a la historia. Desde entonces, he decidido que los cabecitas negras son unos pelotudos, y prefiero a los salvajes gorriones.

Un saludo a todos.

GORRIÓN pys

Little Butterfly dijo...

jajajja, lo de gorrion no tiene nombre..

Little Butterfly dijo...

en vez de hacerse cargo de la muerte que pesa sobre su conciencia, le echa la culpa al pobre pájaro..


deberia darle verguenza a la edad que tiene Gorrion!.

The Shadow dijo...

Cállate mariposa endemoniada!!!

GORRIÓN pys

Nicolás Lucca dijo...

A todos y cada uno de ustedes, millones de gracias por el ánimo, de verdad.

Algún día se me pasará y cuando el niño sea más grande tenga una mascota. Para todos.
Besos!

Serena dijo...

Que triste...

Lirium*Lilia dijo...

Querido Bruno: con lágrimas en los ojos y mi Titi a upa, te abrazo tibiamente. Nunca tuve perrito. He tenido una tortuguita que no duró mucho. Hace 4 años me regalaron a la Titi, la gati, me recibe con su cola parada de alegría, duerme a mis pies, me despierta con su lengua en mi frente, jugamos a la pelota, y en mi blog está jugando, pero se ha bancado el bonete puesto y todo lo que le haga. Tengo 7 peces, y cuando los saco para limpiar la pecera ella los mira de lejos pero entiende mi cariño y los respeta. Los bichis son increíbles. Sinceramente, entiendo tu dolor. Beso

La Mascarada dijo...

Querido...entiendo absolutamente lo que contás...por demás, emocionada hasta las lágrimas.
Un beso y un abrazo enorme.

Caro.

Bendita Causalidad dijo...

Bruno... no te dejes caer! Ahora que leo eso de que cuando el nene sea mas grande capaz tendra una mascota... yo siempre tuve perros, desde mocosa hasta ahora... y decidimos adoptar una gata porque vivo en depa y por el tema del espacio, la ultima labradora que tuve aca en el depa se comio hasta los sillones del living... ahora tengo una minina que es lo máximo, jamás había convivido con un gato y la verdad, me dio una enorme alegría saber que no son como los pintan de malos...
Arriba el ánimo!!
Besos
PD: Los pantalones a la cintura... jejeje, creo que es la única foto que tengo de esa época... un bajón!!!!