domingo, 10 de agosto de 2008

Judicialísima VI

Anteriormente, he comentado lo que fue la primera broma que tuve que saborear al ingresar al Poder Judicial. Con el tiempo fui comprobando que no era la norma en todas las oficinas y que con el correr de los años, se iba perdiendo ese clima que hacía que fuera más ameno el trabajo entre tanta miseria humana. Debo confesar que uno de los motivos por los que me fui, es que ni siquiera me quedaba un grupo humano donde divertirme además de lidiar con la triste realidad del conurbano bonaerense.

A la segunda semana de haber comenzado a trabajar, me llama a su oficina el Oficial Mayor, un hombre canoso, de buen carácter, serio. Me dice que tengo que ir a buscar una causa a otra dependencia. Me hace un mapita virtual en el aire, como quien indica a un conductor perdido en el Centro de La Plata.

- Bajas al tercero, como salís del ascensor a tu derecha y contás...primer, segundo, tercer pasillo. Ahí tenés una mesa de entradas y una puerta. Ni pases por la mesa, ya saben que vas. Entra directamente al pasillo. De tu lado izquierdo, la segunda puerta. No golpees, porque te putean. Entrá directamente. Te vas a encontrar a un hombre flaco, de barba. Decile que vas a buscar la causa número 5150. Si no te la quiere dar, decile que la esperás, que no te podés ir sin la causa. ¡No vengas sin la causa!


Bajé presuroso. Salí del ascensor, fui hacia mi derecha. Conté los pasillos...segundo, tercero. Ignoré la Mesa de Entradas y me mande por el pasillo, hasta el segundo despacho a mi izquierda. Y entré sin golpear. Efectivamente había un hombre flaco, de barba, con lentes de lectura colocados. Precisamente estaba leyendo unos expedientes. Se me queda mirando con una expresión en el rostro difícil de describir.

-Que tal, buen día. Vengo a buscar la causa 5150, que la necesitan ya.

- ¿De dónde venis? - preguntó con peor cara que la anterior.

-Del Juazgado de Garantías en turno, señor - respondí contento.

- Bueno, decile a quien te haya mandado que no te voy a dar nada.

-La espero. Me dijeron que no vuelva sin la causa.

-........te mando Francisco?

-............si

-Lo imaginé. Decime, pibe, hace poco que entraste, no?

-Sssee........

- Y no sabes quien soy yo.

-Nnnooo..........

- Ni tampoco dónde estás en este momento.

- No, tampoco -yo ya me empezaba a descomponer de los nervios.

- Bueno, te explico. Estás en la Sala I de la Cámara de Apelaciones y yo, soy el Presidente de la Cámara, éste es mi despacho y a vos te están jodiendo. Así que por favor, volvé a tu Juzgado ¡Y decile a Francisco que me deje de romper las pelotas!


Si la memoria selectiva funcionara correctamente, yo no tendría que lo que ocurrió ese día. Sólo que después se me pasó. Francisco terminó siendo una de las personas que más me ayudó. Aún lo sigue haciendo. Cada tanto paso a tomar unos mates con medialunas. La gente ya no es la misma. Pero Francisco me sigue haciendo reir mucho.

19 comentarios:

Occam dijo...

En fin, una broma sana, como quien dice. Y una anécdota entretenida. Hay bromas más negras, como por ejemplo las que se hacen a toda la sociedad con las tobilleras electrónicas a violadores y asesinos. También la aplicación de todas las atenuaciones posibles de la pena a delincuentes peligrosos, sin siquiera prestarle atención. Lo importante, como en todo el sistema penológico argentino, es que liberen la cama...
Yo nunca trabajé en juzgados (aunque conozco bien el palo, y de adentro), pero sí en otro tipo de reparticiones con centenares de empleados. Así que entiendo a qué te referís, y esa destrucción del empleo público, como una suerte de purga de los buenos en beneficio de los inútiles, es una realidad palpable desde hace tiempo.
Saludos, y feliz día para el pendex.

Little Butterfly dijo...

Mm, si esas son las bromas para un hombre decente como ud, no me quiero imaginar cuáles son las que le hacen a aquellas mujeres que entran al ámbito judicial caminando en cuatro patas...


No dije nada...

Anónimo dijo...

La anécdota es muy buena... Pero en éste día sólo quiero desearle felicidades a ese niño hermoso que usted tiene y rogar para que que no se sigan violando sus derechos y los de todos los niños del mundo.
Besos

pily dijo...

que buen clima para trabajar...
lo aburrido seria que no pase nada

Stella dijo...

Te imagino de vuelta en lo de Francisco: Dice el señor de barba, que no le rompa las pelotas!
ajajajajaa

Feliz diaaa!!!
Si, para vos!!
Bueno, para Brunito también!!:)

Anónimo dijo...

¿Francisco ya había enviado muchos al despacho del "señor de barba"?...

Besotes candorosos (y feliiiiizzzz día del niño!!)

La Dueña dijo...

Me imagino el mal momento que pasaste, pero que amigo que ganaste! jajaja!
Besos!

Ivana Carina dijo...

Hola Sweety!!!

Besoooo a Brunito Jr!!!

nates que termine el diiaaa.....

Besotes!!!

Ivana Carina dijo...

aajajjaja! ...ANTES de que termine... quise poner y me salio maaalll... :P

Besotes!!

Ah! Buenísimo el post! jajajjaj!
En el apuro me olvidéee... ^.^

El Señor F. dijo...

Un amor, Francisco.

espero q el niño haya pasado bien su día!!!

Zeb dijo...

aaaah...el brillante derecho de piso que se suele pagar...

X cierto 5150 es un discazo de van halen!

Gabriela dijo...

La camaradería en el ambiente laboral es algo imprescindible en una oficina que se precie de ser un buen lugar de trabajo.

He tenido en "displacer" de trabajar en algunos lugares donde el ambiente entre compañeros era muy bueno pero en la verticalidad era un desastre y a la larga termina agotando la paciencia.

Este tipo de chanza se ha ido perdiendo porque la competitividad mal entendida hacen que los laburantes sean competidores en vez de colaboradores.

Imagino tu cara, la gota de sudor en la espalda y el chorro de andrenalina cuando el Presidente de Cámara te dijo quien era y lo que estaba pasando.

Pago por saber que es lo que te dijo Francisco cuando volviste a su despacho caliente como una pipa.

Besote tardío!

OliverX dijo...

Se ve que Francisco y el Presidente eran muy buenos amigos...
Seguramente en otra época, Francisco "sufría" las bromas de su amigo.
En fin, muy divertida y simpática. Conociste un despacho restringido de prepo, sin escalas y sin anestesia.
Abrazo!

capitanfla dijo...

caramba, creo que tuvo un serio fruncimiento anal para evitar un accidente luego de tal declaración de su interlocutor...

que miedito...

Mensajero dijo...

Ahora las bromas se hacen en forma digital por medio del viral marketing personalizado.
Yo soy más amigo de los chistes.
Jugar al límite de lo que pueda molestar al otro (siempre con pares o superiores, nunca con subordinados). La única justificación ética para tal conducta es que como lo hago cara a cara, estoy dispuesto a recibir una devolución en forma de puño.
Como comenté alguna vez....perdemos un amigo, pero nunca un buen chiste.

@PaloMedrano dijo...

Mensajero, es Ud. muy melodramático!

Una broma puede ser pesadísima, pero si está echa con onda, nadie tiene porqué perder a ningún amigo. Por el contrario, un requisito para hacerle una broma a alguien, es sentir simpatía por esa persona. Si uno no se banca a alguien, tampoco le hace bromas.

Ergo; yo creo que las bromas son una demostración de cariño, de amistad, de afecto, de camaradería, o simplemente, de buena onda.

El mundo sería muy aburrido sin bromas.

Anónimo dijo...

la anterior me gusto más pero esta tambien es buena jajaja pobre brunooo!!!! oye que es una media luna?
abrazo

Mensajero dijo...

Juan, tal vez me expresé mal....cuando digo que pierdo un amigo pero no el chiste, digo que por nada del mundo me pierdo la oportunidad de hacer una buena cargada.
Sí cuestiono un poco las cargadas que se hacen a "los nuevos", esos ritos iniciáticos.
Es que soy profundamente individualista y odio los deberes tribales.
Tampoco me gustan las despedidas de soltero, por suerte entre mis amigos, es una costumbre que no prende.
Pero coincido, si no se basan en el escarnio, las bromas hacen al mundo más divertido.
Soy moralista como usted bien detecta, pero en recuperación.

Yoni Bigud dijo...

Buena esa.

Un saludo,