Verdadero o Falso

Hay cosas que aparentan ser algo y no lo son. Uno se confunde y cree que es de determinada forma, y no lo es. Allí el equivocado puede ser uno mismo, por no haber prestado atención lo suficientemente. O tal vez es culpa de la cosa, por ser tan perfectamente falsa. Perdón, no se le puede echar la culpa a la cosa. Los elementos originales, son los que estan en la providencia divina (eso al menos es lo que yo creo) y si nosotros nos confundimos, es culpa nuestra, por no haber prestado la suficiente atención.

Ahora cuando algo es falso, apócrifo, trucho, artificial, simulado, es culpa de quien lo hizo, obviamente. No se puede culpar al que de buena Fe cree que es cierto. Es elemental que quien realizó la falsificación, lo hizo a los fines que otro creyera que es cierta, auténtica, correcta, real, original.

Así como la legislación protege a la propiedad intelectual y a las marcas mediante leyes que impiden comerciar con ellas de no ser reales, y también protege a los defraudados consumidores, que muchas veces sin saber de la poca originalidad del producto, lo consumen pagando por él como si fuera original, creo yo que tendría que haber algo similar para con las relaciones entre personas.

No hay nada más desagradable que estar con alguien que uno cree que es de determinada forma y resulta ser de otra. Al igual que con las cosas del Señor, uno es el culpable de creer que una persona era quien no resultó ser. También le llamamos matrimonio.

Ahora cuando un individuo se comporta de determinada forma porque quiere demostrar lo que no es, podemos hablar de tilinguería, de interés o, sencillamente, de falsedad.

Hay que diferenciar de todos modos lo que es políticamente correcto de lo que es ser falso. Uno no puede ir por la vida insultando a cuanto encuentra con el verso de estar diciendo las cosas en la cara. La frontalidad tiene un límite. No me imagino a alguien que se cruce con el Jefe y le diga de una “usted es un pelotudo”, porque obviamente correría serio riesgo su integridad económica. No decírselo, no es de falso, es de ubicado.

Pero cuando no media ningún interés de por medio, no veo necesidad alguna a la falsedad. Y no hay cosa que me reviente más la paciencia que un tipo falso, trucho, fayuto. De esos que dicen ser amigos y a la primera de cambio, son capaces de defenestrarte porque sí.

Esa clase de gente es peligrosa. En política está lleno. Pero se entiende. Quizás donde más se nota es en el curso de un Gobierno y su relación con el pueblo. Yo no lo/a vote. Hay que hacerse cargo. Errores comete cualquiera y todos somos pasibles de comprar un discurso que no se aplicó, es una defraudación. Pero esta clase de gente que mencioné antes, el falso, el fayuto, el trucho, tiene un factor que lo diferencia claramente de todos. La deshonestidad.

La falta de coherencia salta a la corta o a la larga y nadie de estas personas resiste un análisis de su propia conciencia, si es que la tuvieran. Los que están con vos y te vilipendian por detrás, son los mismos que son oficialistas en casa de gobierno y opositores en el campo. Son Trotskystas en Zombie Proletariado y Peronistas en Todos Gronchos. No me refiero a todos los que comentan, porque yo, que no soy trotskysta ni nada que se le parezca, paso por el blog del Zombie y debatimos, así como él pasa por acá cuando se acuerda, y en el de Mr. Groncho, comentan un montón de personas que no son Peronistas y lo sabemos, y lo dicen, y lo hacen con respeto.

El fayuto no quiere ser lo que no es. Quiere demostrar algo que no es con alguien, solamente por interés en vaya uno a saber qué cosa. Es adulador por naturaleza de quién está arriba y defenestrador por necesidad física de quien tiene al lado. Narcisismo solapado hace que se muevan por mundos tan distintos con el solo fin de agradar a la mayor cantidad de gente posible. Agrado que no es recíproco, porque al falso, no le agrada nadie realmente, es egoísta in se.

Al igual que quien falsifica una zapatilla de marca engaña a otro para obtener un crédito, estos individuos engañan a todo el mundo para obtener ego.

Algún día se darán cuenta que es un ego tan falso como su personalidad.

Actualicé el Blog de García. Jean Paul publicó otro capítulo de Ernesto M. en Certificador de Ilusiones. Y el cumpleaños de Stella es todo el día, no sean vagos y vayan a saludarla.