Ser o Parecer

En la costumbre de creernos lo que no somos, entramos en algún momento casi todos. Desde que se inventó el Pro Tool, cualquier cantante afina, cualquier baterista tiene el tempo perfecto. Con las cámaras digitales, todos nos creemos Andy Cherniavsky o Linda Mc Cartney, que aunque todos piensen que era simplemente la mujer de Paul, a su vez fue una de las primeras fotógrafas de la Rolling Stone. Así conoció a su marido. Es la creadora de un estilo inconfundible e imitado hasta el hartazgo. Hoy, con un photoshop, todos son artistas gráficos.

Y con los blogs pasa algo parecido. Muchos piensan que con escribir lo que creen correcto en un blog, ya son merecedores del título de periodista, politólogos, sociólogos o lo que venga al caso.

Es un fiel reflejo de la sociedad, donde un boludo que tiene un coche potente, se cree que anda arriba de un fórmula uno en un autódromo, pero lamentablemente lo hace en la General Paz, riéndose concientemente de todos los demás que intentamos respetar las reglas del tránsito.

Es en un país como el nuestro, en el que todos somos Directores Técnicos con el diario del lunes ya leído, donde un grupo de gente que se la da de estadistas puede hacernos creer el verso de que realmente lo son. Y eso es lo que, me temo, está pasando hace añares.

Una mujer se dice ser Hegeliana, pero suprime los pensamientos machistas del mismísimo Hegel. Los Marxistas entran en crisis de nervios cuando se les recuerda lo que pensaba Marx respecto de la colectividad judía. Poner una foto de Perón de uniforme es un sacrilegio. Rememorar los vínculos del último gobierno de facto con la Revolución Cubana es ponerse en contra de la democracia. Decir que un guerrillero es un subversivo es de facho. No coincidir solamente con algún punto del maravilloso vómito ideológico que pregonan en el Estado Nacional es de facho. Pensar distinto es de facho. Todo es de facho. ¿Dónde pasa esto? En Argentina.

Estaba viendo el blog de Hugo Villalobos, que para quienes no lo conocen, es un fotógrafo increíble, de unos trabajos maravillosos y autor de las famosas fotos con las que retrataron a la ¿Asistente? ¿Secretaria? del Gobierno de Kirchner (primer mandato) que dijo que Antonini Wilson (se acuerdan, ¿no? El de la valija bolivariana) había estado en la mismísima Casa de Gobierno.

Chusmeando dicho blog me encontré con la foto de la entrega de diplomas a quienes participaron en el Congreso Convencional Constituyente de 1994 en la Ciudad de Santa Fe. Allí estaba parado al frente Aldo Rico. Detrás de él se encuentra un tal Néstor Kirchner. (No voy a poner la foto acá porque no le pedí permiso. Está el link si quieren ir a verla y de paso chusmean el laburo de este tipo que es fantástico)

¿Dónde estaba el defensor de la democracia? ¿Dónde me lo habían escondido? ¿Dónde estaban sus cuestionamientos hacia las políticas de Derechos Humanos? Esto dicho con el perdón de la expresión “Derecho Humano”, como si una ameba tuviera derechos propios provenientes de un Congreso de Amebas. Todo Derecho es Humano, porque el sujeto de derecho es el hombre.

En fin, a lo que voy es que todos nos creemos lo que no somos por un simple acto. A mí, escribir acá lo que pienso no me hace ni periodista, ni sociólogo, ni opinólogo político. Con ese mismo criterio, que Néstor le pida al Teniente General Bendini, Jefe del Ejército, que se suba a una silla y descuelgue un cuadro de Videla, no lo hace prohombre de los Derechos Humanos. Máxime cuando uno sabe qué es lo que hizo él. Porque no es que no hizo nada durante la dictadura (Perdón Aristóteles por llamar dictadura a un Gobierno Ilegal). El problema es que hizo mucho. Pero en beneficio de su bolsillo.

Ser Presidente de un país, no te hace Estadista. Decir mentiras compulsivamente, sí te hace un chanta.



Actualicé el blog de García.