Cualquier Bondi Te Deja Bien

Estoy analizando seriamente cuales son los verdaderos sentimientos del ser político. Del ser como individuo. En la Argentina puntualmente (no me gusta ponerme a hablar de otros países en los que no he estado) el político es un personaje dista mucho del artista que gobierna. Es más bien un estafador que vende películas truchas cuya mayoría ya hemos visto.

Todo se reduce a la plata fácil, y a la obnubilación del poder. Pero esto segundo llega después, cuando la plata fácil ya no es tan gratificante. Quizás porque deja de ser novedad, o tal vez porque una cosa lleva a la otra. Pero como nunca tuve dinero sin tener que esforzarme por él, no puedo saberlo tampoco.

Pareciera ser que un Partido Político o como corno se llame lo que hoy tenemos como política, en vez de ser una cuna de ideas, donde un grupo de gente de ideologías similares se reúnen para tratar de administrar el país, se ha transformado en un colectivo para llegar a algún lado. Sólo de esa forma se entiende que haya personajes de tan distinta calaña dentro del mismo partido.

Cuando Cristina presentaba a su equipo de gobierno como el mejor cuadro político, entraba en otro más de sus increíbles disparates. Los Partidos Políticos de Cuadros, en la Argentina no existen. Son movimientos de masas. Y el partido al que ella pretende pertenecer, no es precisamente un partido de cuadros. Nunca lo fue.

Y también es común que se confundan los Partidos de Cuadros con un Gobierno que se nutre de personalidades apolíticas o de otros partidos. Llenar un álbum de figuritas es muy diferente a armar un equipo de gobierno. Uno tiene que buscar la persona más capacitada para desempeñar una determinada función pública. Ahora, pretender que una persona que no tiene mérito alguno para ser Ministro de Defensa lo sea, es más bien querer quedar bien con determinado sector al cual le deben algunas explicaciones por no haber sido leales cuando tendrían que haberlo sido. Y que esa persona agarre viaje, es casi tan poco consecuente con sus ideales (además de extremadamente sospechoso sobre su imparcialidad) que da cosita.

En la Justicia un Juez no puede tener por empleados a personas que hayan tenido una causa en su propio Juzgado. Tampoco pueden tener a empleados que los hayan denunciado o al que él mismo haya denunciado. Si se aplicara el mismo criterio para el Ejecutivo, otra sería la historieta.

Pero en este país, todos pretenden ser lo que no son. Los radicales con tal de ser gobierno, se suman a personas que con tal de ser gobierno dijeron ser peronistas. Y ahora, con tal de acumular poder, pretenden rearmar un partido que, con tal de acumular poder, se encargaron previamente de destruir. Y en base a las ganas de seguir arriba, transan con personas que, en base a sus ganas de seguir arriba, no tienen problemas en sumarse a corrientes que no solamente los despreciaron sino que además ellos mismos desprecian.

Argentina, dónde la izquierda siempre arregla con la derecha. Donde la derecha, siempre utiliza a la izquierda. Donde el Estado negocia con los que atentan contra él. Donde el Estado le exige al pueblo y no éste al Estado.



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