Aburritimento

Sé muy bien que en la vida hay que tomarse las cosas en serio. Y probablemente sea de los que se toman las cosas demasiado en serio, con todos los problemas de salud que acarrea ello. Si a los 23 años tuviste gatroduedenitis severa y dos cólicos renales, probablemente tendrías que tomarte las cosas con más calma.

El único problema es que me aburro. Me aburro de todo. Todo me cansa en algún momento. Yo lo tomo como un problema. Mis padres como inestabilidad emocional. Mis amigos lo elaboran como algo bueno de mi personalidad. Que siempre tengo algo para romper el hielo, que digo la mayor de las estupideces en el momento menos indicado y causa gracia igual, y que tengo reacciones inesperadas, tales como despertar a tu mujer a las 6 de la mañana con los bolsos hechos y decirle que salen de viaje a conocer una provincia sin haberlo planificado previamente.

Me aburren los gobiernos, no hubo ninguno que me cayera bien, cualquier medida que tomaran yo le encontraba el error y hasta cuando todos los puteaban, yo encontraba alguna virtud. Soy hinchapelotas, lo reconozco. Hay días en los que añoro no haber vivido en otras épocas más sencillas para progresar, y al poco tiempo me alegro de estar en el año 2008. Tanto cambio, no viene mal.

Pero a veces es un problema. En mi vida laboral cambié de trabajo 3 veces en 6 años. Estoy batiendo todos los records llevando más de 2 años y medio en el mismo empleo. Nuevamente tengo la chance de cambiar de trabajo y de entrada dije que sí. Quienes me escucharon hablar del tema (no aquí) recibieron un montón de justificativos que dije en caliente. Analizando las cosas fríamente, no es tan así. Fue un poco el aburrimiento lo que me llevo a aceptar de una. Hoy no pienso así.

Me aburrí de aburrirme. Me estoy poniendo viejo.

Si por mejorar económicamente me tengo que privar de ver a mi hijo menos de una hora a diario, prefiero conservar mi actual empleo. No todo es tan grave como parece de entrada. El progreso económico no está a la vuelta de la esquina y no se disfruta tanto si no costó un poquitito. A mi me cuesta mucho, pero me la banco. Nunca pude tener planificado un año, ni una semana, ni siquiera el día. Imagínense lo que sería planificar un proyecto a largo plazo. Pero me aburrí de andar por la vida sin planes.

A esta altura me importa muy poco si llego a fin de mes contando los centavos. Lo único que quiero es poder disfrutar algunas cosas.

No quiero hacer un himno a la vagancia ni nada que se le parezca. Si algo supongo que demostré a esta altura es que de vago no tengo ni medio pelo. He vivido con dos trabajos saliendo de mi casa a las 6,30 y arribando a las 22,00 después de pasear por Lomas de Zamora y Capital Federal. El beneficio estuvo.

Pero por primera vez en mi vida puse un orden de prioridades. Primero la familia. El resto, como dice Mr. Groncho, son todos detalles.

Ahí encontré algo de lo que no me aburro.

Así que Colegio de Abogados, prepárense. Porque este chico que les decía en la mesa de entradas como tenían que presentar los escritos y que les refutaba las presentaciones sin tener el título (y sin cobrar las astronómicas sumas de dinero que les quitan a sus clientes por poner la firma en un modelo sacado de la computadora) pronto estará del lado de ustedes. Sólo que no comeré carroña.

Pero bueno, si el mundo fuera perfecto, no existirían los abogados. Un abogado es la persona que encuentra un problema donde no lo había, y le muestra a usted que puede reclamar algo que no quería. Tienen la misma metodología de los publicistas, quienes convencen a la gente de necesitar algo que precisamente no sabían siquiera que existía.

Intentaré hacer las cosas un poco distintas.

Para no aburrirme, vio?


Otro tema, no tan grato:

Se nos fue Jorge Guinzburg. El día que se haga un raconto de las personas que cambiaron la televisión, que innovaron constantemente con nuevos formatos copiados e imitados hasta el hartazgo, que transmitieron buena onda aún en los peores momentos y que llevaron su vida adelante intentando todo el tiempo superarse, ese día tendrán que recordarlo. Parece mentira lo que son los presentimientos. La semana pasada fue al teatro a ver su obra, y se saco fotos con todo el mundo.

Que tengas buen viaje, Don Shonson! Saludos a Castelo!